¡Buenas, queridos huellatinteros!
Se nos termina el año. Se va un 2023 que trajo muchas alegrías, así como también sinsabores y algunas tristezas en estas últimas semanas.
Si debo hacer balance, lo positivo pesa más, aunque la incertidumbre de los cambios políticos y económicos del país y las tormentas que afectaron a varias provincias duelen y angustian en partes iguales.
Deteniéndome en lo bueno, tengo que reconocer que tuvimos un año con hermosos momentos, como la FIL, los encuentros generados por editoriales amigas como V&r y Urano, así como las muchas lecturas, y las tantas pelis y series miradas.
No sé qué nos deparará el 2024. Quiero creer que, cuando toque hacer reflexión y mirada hacia atrás en el diciembre próximo, tendremos también motivos para sonreír y agradecer. Ya ven: me gusta soñar y confiar, aunque el miedo me pise los talones.
Así que acá estamos, despidiendo el año con una nueva edición donde pusimos mimo y empeño y nuestra última cuota de energía antes de entrar en modo vacaciones (aunque obvio, a fines de enero volveremos con otro número, como siempre).
¡Buena lectura!Erze